el santuario

Situado en el valle del río Urola, es un complejo arquitectónico que se construyó en torno a la casa torre de la familia de los Loyola.

Dos acontecimientos convierten a Loyola en centro de una continua peregrinación: el nacimiento de Íñigo López de Loyola en 1491 y su conversión en 1521.

la casa torre

Cuatro momentos clave en la historia de Íñigo hacen de su casa natal un espacio de acogida, encuentro y reflexión, abierto a peregrinos y turistas de todo el mundo, desde el siglo XVI hasta hoy.

1521

Un cañonazo destrozó las piernas de Íñigo mientras defendía Pamplona. Durante la convalecencia en su casa natal, al cuidado de sus familiares, se siente interpelado al leer varios libros sobre la vida de Cristo y de los Santos.

Este lugar donde se entregó a Dios se conserva hoy como capilla dedicada a su conversión. Hasta aquí han llegado peregrinos de muy distintas épocas y lugares, para revivir este momento crucial en la vida de Íñigo.

1535

Tras catorce años fuera de casa, Íñigo regresa a su tierra natal para recuperarse de una enfermedad. El Íñigo que verán sus vecinos ahora es muy distinto del noble cortesano que conocieron años atrás.

Vuelve un peregrino que convive con los pobres y predica a un valle que escucha y observa con asombro a un apasionado por la gloria de Dios.

1551

Los primeros jesuitas mostraron un gran interés por conocer la casa natal de Ignacio y muy especialmente el lugar donde aconteció su conversión.

Francisco de Borja vendrá en 1551 para celebrar su primera Misa en el oratorio de la casa familiar.

1622

Tras la canonización de San Ignacio el 12 de marzo de 1622, la Compañía de Jesús impulsa la protección y veneración del lugar donde se convirtió su fundador.

En 1681 obtiene la propiedad de la casa y comenzará la construcción de lo que hoy conocemos como Santuario de Loyola.

la construcción

La confección de los planos de este gran monumento arquitectónico no fue tarea fácil.

Su construcción comenzó en el siglo XVII y se prolongó hasta comienzos del siglo XX.

1ª fase: planos

La basílica fue diseñada por el arquitecto italiano Carlo Fontana (1634-1714). Actualmente no se conservan los planos originales, aunque podemos encontrar ejemplos de su inspiración en iglesias de Roma.

Nunca estuvo en Loyola, pero este discípulo de Bernini supo imprimir el estilo arquitectónico de la época en un pequeño valle de Gipuzkoa.

2ª fase: el edificio

El conjunto que conocemos hoy fue obra de varios arquitectos locales que supieron afrontar los problemas que surgían a medida que avanzaba la construcción: Antonio de Larraza, Martín de Zaldua, Sebastián de Lecuona, y sobre todo, Ignacio de Ibero.

Loyola se convirtió así en banco de experimentación de la arquitectura guipuzcoana durante los siglos XVII y XVIII.

3ª fase: finalización

Los trabajos de construcción se interrumpieron en varias ocasiones. Hubo que esperar a principios del siglo XX para dar por concluida la obra del edificio.

Sin embargo, la casa torre ha sido objeto de diferentes reformas durante los últimos dos siglos. La más reciente, inaugurada en 1991, devolvió la casa familiar de los Loyola a su estado original.

el santuario en los siglos XX-XXI

1956: Jubileo del IV Centenario de la muerte de S. Ignacio

1982: Visita del Papa Juan Pablo II

1991: Jubileo del V Centenario del nacimiento de S. Ignacio

2006: Jubileo del 450 aniversario de la muerte de S. Ignacio y V Centenario del nacimiento de S. Francisco Javier y S. Pedro Fabro

2011: Experiencia MAGIS para jóvenes

2015-2016: Primer Jubileo del Camino Ignaciano

2021-2022: Jubileo del V Centenario de la Conversión de S. Ignacio